Examinando por Materia "Hábitos"
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Publicación Acceso abierto Expectativas y prácticas frente a la lectura y escritura en estudiantes y profesores de los semestres iniciales del programa de licenciatura en educación infantil de la Universidad de los Llanos(Universidad de los Llanos, 2021) Muñoz Vargas, Paula Andrea; Vargas Barrera, Johanna; Gutiérrez Vega, IngritEl proyecto titulado Expectativas y prácticas frente a la lectura y escritura en estudiantes y profesores de los semestres iniciales del programa de Licenciatura en Educación Infantil de la Universidad de los Llanos, buscó especificar las expectativas que tienen los estudiantes frente a la lectura y la escritura al inicio del proceso de formación profesional, al igual que identificar las prácticas que precisan los profesores para el fortalecimiento de las competencias lectoescriturales de los estudiantes y finalmente precisar las prácticas de lectura y escritura de los estudiantes. Así las cosas, se asumió la escritura como una expresión de la actividad lingüística que tiene un objetivo determinado y que se precisa como una forma de usar el lenguaje en pos de estos objetivos y en algunas situaciones las intenciones pueden modificar el significado convencional de las expresiones. Saber usar la lengua no es solo saber usar las palabras en cada contexto comunicativo, sino que es necesario saber interpretar correctamente la intención con que se utilizan, para esto es preciso relacionar las expresiones utilizadas con su contexto extralingüístico, en tal sentido para Ferreiro y Teberosky (2005), la lectura se entiende como un proceso de coordinación de informaciones de diversa procedencia, particularmente desde el lector y el texto, cuyo objetivo final es la obtención de significados. La lectura, se posicionó como un proceso de coordinación de informaciones de diversa procedencia, particularmente desde el lector y el texto, cuyo objetivo final es la obtención de significados. Como toda aquella actividad de asignación de un significado a un texto que precede a lo convencional. En esta misma vía, Cassany (1997) plantea pensar a la escritura como una acción que se desarrolla a través del tiempo y ocurre en la mente del autor, donde se desarrollan los procesos compositivos. Por tanto, en esta investigación, la lectura y la escritura tienen un carácter muy importante enla formación de maestros, puesto que los estudiantes deben de hacer procesos de análisis y síntesis que conllevan a expresar las propias ideas y los diferentes puntos de vista. Al igual que es importante denotar un pensamiento claro, escribir de una forma coherente y ordenada. En consecuencia, se toman como referentes teóricos aquellos planteamientos en los que se platea que el estudiante construya una hipótesis de interpretación, reflexione la intención comunicativa y el sentido general del texto leído, y relacione su significado con los contextos sociales, culturales y políticos en los que se originan. Las habilidades para la escritura incluyen la utilización de estrategias que coherencia, cohesión y pertinencia del texto; atención a reglas sintácticas, semánticas y pragmáticas en la producción del texto. La investigación desarrollada tuvo en cuenta que al ingresar a la universidad los estudiantes deben de enfrentarse a nuevas formas de comprender, interpretar y organizar el conocimiento, 10 puesto que los textos que se manejan en la formación universitaria demandan procesos metales y de conocimientos previos, con bases suficientemente fuertes para que así mismo se destaquen las habilidades subyacentes. Pese a lo anterior, se asumió que los recién llegados a la universidad cuentan con unas estrategias de lectura y escritura eficaces para enfrentar estas nuevas exigencias y de ahí se avanzó en la comprensión de sus expectativas.Publicación Acceso abierto Hábitos y estilos de vida saludables de la población de Villavicencio con ocasión de la pandemia Covid-19 (SARS-COV-2)(Universidad de los Llanos, 2023) Duarte Rojas, Luis Ernesto; Nieto Bonilla, Diego Ferney; Velásquez Arjona, Alberto; Campos Polo, FernandoEl propósito y objetivo de esta investigación es establecer qué tipo de actividad física han realizado los villavicenses durante la pandemia. Para esto se empleó un método mixto de corte cuali-cuantitativo no experimental con un diseño descriptivo transversal. Para esta investigación se muestreo a 382 personas de Villavicencio en las distintas comunas locales por medio de una encuesta-entrevista la cual esta corresponde al cuestionario de salud en tiempos de confinamiento por el coronavirus, diseñado por la Agencia de Salud Pública de Cataluña junto con la IDIAP Jordi Gol y ESADE. Dentro de los resultados de la investigación en términos de actividad física se observa que la Actividad Física Intensa (AFI) solo logró un promedio de practica de 0.591 días por semana y 0.285 horas por día lo que se traduce en aproximadamente 10 minutos de ejercicio. Por otro lado, en cuanto a la Actividad Física leve las personas encuestadas respondieron en promedio que la realizaban 0.898 días por semana y 0.217 horas por día. La Actividad Física Moderada (AFM) la realizaron en promedio 0.940 días por semana y 0.201 horas por día. Estas actividades pudieron incluir ciclismo, natación o ejercicios aeróbicos. Al igual que con las actividades físicas leves, los individuos pudieron haber recurrido a actividades moderadas debido a las restricciones pandémicas y la necesidad de mantenerse activos en un entorno doméstico. Por otro lado, los resultados revelan que Andar o Caminar (AC) es la más popular de las actividades practicadas entre las personas en el periodo de pandemia con un promedio de 1.56 días por semana y 0.285 horas por día, es decir alrededor de 17 minutos. Así mismo se concluye que dentro de la práctica de actividad física se resalta el caminar como la actividad que más ejercieron las personas en pandemia pues caminar probablemente fue tan popular debido a que es una actividad de fácil práctica que se pudo realizar mientras se mantuvo el distanciamiento social, y no requirió de equipos o instalaciones especiales, ya que los parques y calles eran espacios a los que fue posible acceder con facilidad, siempre y cuando no se generaran aglomeraciones y se cumpliera con las medidas de bioseguridad, como el tapabocas y no tocar las superficies que no fuesen debidamente desinfectadas y cuidadas para el uso público